Cicatrices faciales y toxina botulínica

Febrero 26, 2021

Varios estudios han demostrado la utilidad de la toxina botulínica en el tratamiento de cicatrices faciales, la parálisis muscular temporal que producen permite que la herida no se exponga a las fuerzas de tensión y por lo tanto su resultado estético mejore.

 

 

El efecto de la toxina botulínica es producir una parálisis temporal de las fibras musculares, su beneficio ha sido comprobado en varias condiciones como en el blefaroespasmo, migrañas, parálisis del nervio facial, hiperhidrosis (sudoración excesiva) y ritidosis (líneas de expresión).

 

En cicatrices faciales que requieren un tratamiento quirúrgico (plastia de cicatriz) uno de los grandes factores que determinan el resultado final es la tensión que se ejerce sobre los bordes de la herida y cuya presencia favorece el alargamiento de la herida y aumenta su visibilidad.

 

 

Cuando se programa una plastia de cicatriz, la toxina botulínica aplicada con varios días de anticipación ha demostrado disminuir la tensión durante la cicatrización mediante la parálisis temporal de la musculatura y por consiguiente mejorar drásticamente el resultado estético del procedimiento.